El amor por el tren trasciende fronteras
Con la reciente clasificación a la final de Copa Centroamericana y todo lo que ocurrió en ese contexto, se han hecho virales muchos contenidos interesantes del Tren del Norte y su entorno. El tema de los pasaportes, el gol a último minuto, las condiciones paupérrimas del estadio y muchas otras cosas están incluidas en este acápite.
Sin embargo, hay uno que ha resaltado entre todos ellos. Hablamos del autobús en el que viajó la afición rojiblanca hasta Costa Rica. El automotor está en perfectas condiciones mecánicas y tiene suficiente espacio para todos. Del mismo modo, por casualidad o por planificación, está pintado de rojo y blanco.
El autobús pertenece a la flota de recorridos escolares de Norteamérica que llegó a Nicaragua vía importaciones. La comodidad se ofrece en recorridos cortos. No obstante, para una trayectoria desde Estelí hasta Cartago, el asunto puede variar en gran escala. Esto representa uno de los sacrificios que hizo la afición para acompañar al equipo.
Pero el asunto no finaliza aquí, pues también, nuestra familia ha viajado en este autobús para los demás partidos que se han jugado fuera del país en la actual campaña y también en temporadas anteriores. Sin embargo, el tema se ha popularizado por los requisitos que impusieron a nuestra fanaticada para las semifinales de vuelta, mismas que no impidieron su presencia en el Estadio Fello Meza.
El amor a los colores y el deseo de acompañar al Tren del Norte a todas partes sacrifica la comodidad que se requiere para hacer un recorrido de casi doce horas vía terrestre. La efervescencia de vivir en primera persona cada éxito internacional del Real Estelí está por sobre todas las cosas. Eso representa Real Estelí, la Institución Deportiva más grande de este país.
La tropa rojiblanca nunca juega sola. Siempre está arropada por la mejor afición de Centroamérica. No hay distancia que se imponga. Cada frontera de los países hermanos del área han visto desfilar a nuestros fanáticos en su acostumbrado autobús rojiblanco, que, gracias a su fidelidad, se ha convertido en un ícono de la Copa Centroamericana.