¡Dale bigote!
Gustavo Pierre con un doble de dos carreras había empatado el juego a tres y construía un escenario de máximo drama; de corazones palpitando a máxima velocidad, alma que vibra, cuerpo que estalla y espíritu que vuela a los cielos en un triunfo de 4-3 del Tren sobre los Leones.
El verdugo con el hacha Wilton López, veía caminar agónico a Juan Montes con un gran letrero de .118 colgado en su cuello. No puede alguien con un bigote así escapar de su sentencia. Ese era un lado de la escena. Como un rayo en la tormenta, el justiciero Montes saltó del circulo de espera escuchando en su espalda “dale bigote” y veía el rostro de la preocupación en su castigador López. La otra cara de la moneda estaba lejos de parecer una sentencia de muerte.
Después de 10 entradas habíamos visto como Yohan Flande se enfrascaba en un duelazo de pitcheo con Luis Castellón. Jonrón de Leonardo Ortiz por Leones y un infield hit de Pierre por el Tren habían armado un bello empate de una carrera. Jorge Bucardo lanzó sin carreras hasta el noveno por el Tren y Rainer Lara y Willie Paredes por León llevaron el juego a entradas extras. Fue entonces que le sacaron dos carreras a Junior Téllez con sencillo de Enmanuel Meza y hit de Mark Joseph que provocó error de Willy García que los hizo anotar.
Dos hits en los últimos 17 turnos y de 4-0 en el juego, además con ese bigote ranchero, del mero Chihuahua, el bateador guatemalteco no le mete miedo a nadie, menos a Wilton que había sido sorprendido por Pierre con el batazo empatador. Montes enrolló de nuevo las puntas de su mostacho y frotó sus manos, mientras López lleno de furia ponía su mejor cara de “mata-siete”.
Adentro y foul, adentro y foul, adentro y foul; durante esos tres pitcheos la bola caía como granadas en la grama dejando charneles a la orilla de la tercera base. Un cuarto lanzamiento silbó el cuello de Montes, alta y un poco afuera, si el juez Jaime Laguna la canta, nadie protesta. Wilton mandó una fotografía de los primeros tres pitcheos y Montes la elevó mientras Joseph, el más rápido de los outfielders de León salió desesperado al fondo del leftcenter, la pelota era un punto blanco en el cielo negro azul lleno de escarcha. Joseph nunca llegó, la bola cayó al pie de la barda y en medio de la locura Pierre anotó la de la victoria.
Por poco le arrancan el bigote a Montes en la celebración, quién eufórico con la cabeza de la medusa en su mano, levantaba su bate como espada para simbolizar una noche hermosa, de esas que son hijas de la victoria.
El camino de regreso a Wilton a su caseta le pareció eterno. De repente sintió que la tierra se le movía. Seguramente ese bigote aparecerá en sus próximas pesadillas.