
Justo y Renato siguen con pólvora
La motivación es un combustible necesario para un pelotero como Justo Rivas, quien a los 40 años no es exactamente el Sherman que era antes. Sin embargo, a su favor se puede decir que solo dos hombres conectaron más jonrones que él durante el Pomares pasado. Es posible que en la mina aún quede dinamita.
En su contra se esgrime que se había retirado y que no juega la Profesional desde el 2017. De su lado están los antecedentes y el hecho que nigún pitcher que lo enfrente se sentirá cómodo cuando lo tenga en duelo. Rivas pelea por un puesto en el Tren del Norte. En teoría puede ser designado, primera base y hasta jugar el left field. Dolencias, cansancio o desmotivación son palabras desconocidas en su vocabulario.
En este béisbol, en que los grandes se siguen viendo grandes a pesar de la edad, Rivas puede ser de gran utilidad en el rol que decida ponerlo el manager Lenin Picota, incluso si eso incluye ser el primer emergente. Haber ganado un título de bateo en la profesional del 2006-2007 y compartir el MVP con uno de los mejores artilleros que hemos visto en esta nueva etapa, Clyde Williams, es un antecedente que no se menosprecia.
Justo ha bateado 7 veces sobre trescientos en la Profesional y tiene 25 jonrones de por vida. Esta en el top ten de jonroneros con Ronald Garth, Dwight Britton, Ramón Flores, Juan Carlos Urbina, Juan Oviedo y Esteban Ramírez. Ya veremos si le queda pólvora.
Su coterráneo, Renato Morales es otro de los proyectos que tiene el Tren para sacarle el jugo a la experiencia. No todos los días se puede tener a uno de los cuatro bateadores que han sido campeón bate en la profesional y en el Pomares. Los otros tres son Ofilio Castro, Jimmy González y Jilton Calderón. Renato tiene 38 años y llega al Tren después de batear .313 con los Leones. Ha bateado seis veces sobre trescientos en la Profesional. Puede ser el designado o estar en la pradera izquierda. Es candidato a ser titular.
Por mucho tiempo Justo y Renato fueron el Batman y Robin del San Fernando en el bateo. Si usted habla de los históricos bateadores de Masaya después de Norman Cardoze, oirá a estas dos leyendas. Puede que uno de los factores claves del Tren sea su ofensiva. El hecho de jugar la mitad de sus juegos en el Rufo Marín, un paraíso para los bateadores, los pone en ventaja.
Tres extranjeros probados como Paumier, Lago y García, con cuatro veteranos como Justo, Everth, Renato y Moisés, deben hacer buena combinación con dos talentosos como Sandy Bermudez y Bryan Trujillo.
Si usted se fija bien ese ataque tendrá a tres campeones de bateo con Rivas, Renato y Sandy de titulares y por si fuera poco, uno más estará en el banco como es el chontaleño Iván Hernández. Sandy e Iván ganaron sus coronas de bateo en los Pomares, aunque no es el mismo nivel, pero se oye bien. Ahora hay que ver si funciona.
Los años pesan es cierto, pero la motivación siempre es un combustible que te mantiene la chispa encendida. Ya veremos cuánta pólvora queda en esos morteros.
