No cierren los ojos
En una especie de espejismo maléfico, el Tren vio cosas extrañas en su derrota 8-7 ante los Gigantes que los deja empatados en la segunda posición de la liga profesional. Flande se desflandeó, Renato el rey del hit en dieta ofensiva, Héctor Gómez con la llanta ponchada de su grúa y Garrido el mejor Cruz Roja del béisbol sin su salvavidas al hombro, hicieron ver el punto más fuerte del equipo como su más grande debilidad.
Tren y Gigantes están empatados en el segundo lugar. Solo uno sobrevivirá, así es que no cierren los ojos. Se avecina una tormenta, una batalla de venas rajadas y corazón sangrante que promete la muerte de uno.
El marcador se vende como falso, primero por que Flande recibió un temprano respaldo de 4-1, pero en un”flandeo” tenía el cuchillo en la espalda con un 4-3 y más tarde explotaba en la sexta con un 7-5. Se echó la mejor mula, pero también se paralizaron sus mejores bueyes, Renato y Gómez, una fórmula que ha sido letal todo el año, estuvo de 9-0 sin empujadas y solo una ocasión en las bases.
En la otra barricada se veía a la tanda de los Gigantes ver a sus “enanos” causar estragos (Allen, Benard y Marín) al conectar de 8-4, con 5 anotadas y dos remolques. Mucho para tres hombres que no batean sobre trescientos. Por si fuera poco, una de las debilidades Gigantes, su pitcheo de relevo fue clave con Carlos Teller rescatando al tembloroso Luis Mateo y cerrando las últimas dos puertas de escape los derechos costeños Norman St Clair y Ernesto Glasgon.
Garrido no pudo evitar que le dejaran un morado con una carrera en la séptima, mientras Carrasco hacía un brutal relevo de más de dos entradas apagando el resto de amenazas sureñas. Los Gigantes sobrevivieron a tres errores para ganar un partido que los deja con dos juegos pendientes con León y dos con los Tigres.
A partir de hoy no se puede vacilar; cada lanzamiento, cada jugada, cada batazo, tendrá un peso trascendental en el futuro del Tren del Norte. No todos los días ves fallar a tus mejores hombres en una sola noche, pueden hacerlo los demás, pero su aporte ha sido clave en toda la campaña y cuando los tres se resbalan se viene el jenga abajo.
No cierren los ojos, un parpadeo y se pueden perder un flashazo de esta historia beisbolera.