
A la serpiente Cobra le queda veneno
El tiempo, ese enemigo implacable que doblega el cuerpo, el mismo que sana cicatrices y apacigua el dolor; se encuentra trenzado en las últimas batallas contra un hombre que resiste con todo su aliento final para seguir vigente. Renato Morales, la “Serpiente Cobra” como se le conoce en su carrera en el Tren del Norte en la Liga Profesional se enfrenta al dilema del retiro o de seguir soltando esa adrenalina que aún le queda, que contagia y que el publico aplaude. Aún tiene veneno para seguir haciendo daño con su bate y su guante de hierro.
Tras consultársele sobre su retiro, el artillero zurdo categóricamente respondió “pienso que mi último año será cuando Dios lo decida. Creo que esa decisión no llega aún”. En relación a nuestra franquicia, señaló que “es una institución que me ha hecho sentir cómodo en todos los sentidos. Estoy agradecido con su directiva y su fanaticada”. Sobre su seudónimo “serpiente”, el de Masaya explicó que esa fue idea de Willy García, “dijo que todos debían tener una señal después de dar un hit y me recomendó la cobra”.
Renato Morales, actualmente tiene 41 años y hace 20 firmó con la organización de los Filis de Filadelfia, a lo que recordó como una de las mejores experiencias que ha tenido en su carrera, “es el camino hacia el mejor béisbol del mundo. Conocí muchas personas gracias a esa experiencia y estoy agradecido con Dios por esa oportunidad”.
Renato Morales comenzó a jugar desde los 7 años con el Elio Cuaresma, no quiere ser injusto sobre que entrenador le ayudo más a crecer como peloteros, “son muchos”, señala y de igual manera piensa que todos los pitcheres que enfrenta los ve de la misma manera, “salgo a guerrear pitcheo a pitcheo, turno a turnos, nunca menosprecie a nadie”.
Es admirador de David Ortiz y Manny Ramírez, además de Julio Medina. Renato valora como su mejor experiencia el haberse puesto los colores de su país, siendo su mejor torneo el Pre Clásico de Mexicali.
“Estoy agradecido con Dios por lo que me ha dado en el Béisbol. No se me olvida una gran atrapada que hice con la Selección en México, así como un error contra Cuba cuando íbamos ganando”. Renato no niega que el equipo de su corazón es el San Fernando, pero que el Tren del Norte es su gran pasión “he tenido grandes momentos como cuando gané el titulo de bateo con los Orientales y luego cuando lo hice con el San Fernando. Me dolió cuando lo perdí el último día frente a Ronald Garth con el Tren”.
La gran ventaja de Renato a pesar de su tiempo recorrido en la pelota es que aún puede ir a los jardines, ocupar un puesto en el rol de bateador designado y alternarse en la primera base. “Estoy listo para seguir y entregarme completamente”, sentencia con el entusiasmo de un adolescente.
