Un manager puede ser clave en el éxito de un equipo. Anibal Vega no parece ser un mánager común y corriente; su personalidad de fuego y su vocación beisbolera lo tienen bailando entre nubes de fuego. La temporada que se viene para el Tren del Norte está cargada de retos.

¿Qué equipo veremos en la Profesional?, ¿tendrá la fortaleza monticular para hacer la fórmula ganadora con un bateo que se ve cargado de dinamita?, ¿qué jugadores serán revelación?, ¿Tendrá Lago más acompañantes en la línea de fuego?, ¿Se contará con un rematador seguro? ¿tiene cara de finalista o sigue siendo una utopía? Las flechas nos dicen que Iván Hernández es uno de los jugadores que debe hacer diferencia; no puede un MVP, líder de bateo y bateador de 400 puntos en una liga permanecer más tiempo en el banco.

En pitcheo el trio de extranjeros es la esencia monticular, pero a mi parecer será la fortaleza y crecimiento de Luis Somarriba la que le dará profundidad a esta rotación. Adames de líder necesita confirmarlo y los dos nuevos Ramírez y Martínez no puede aflojar desde temprano.

Yosvani Peñalver es el bateador que llega con antecedentes de la liga cubana y se hace necesario que muestre la dentadura desde muy temprano. La alineación puede tener variantes con Montes en el center, Lago en segunda, Mairena o Sevilla en el short, Ivan designado, Gómez en tercera, Peñalver en el right, Sandy en el left, Elian en primera y Bone en la receptoria.

¿Veremos un equipo rápido? Todo parece indicar que cuando juegue Darwin y se junte con Montes podremos ver un poco más de agilidad, pero no significa que la agresividad sea parte de las armas de esta maquinaria.

Vega se ha agrupado con un grupo de entrenadores competentes como Julio Raudez, Yader Hodgson, Bismarck Guadamuz, Ronald Tiffer, Francisco Moreno Miguel Ramos, Juan José Espinoza y Mario Peña. Cada juego será una batalla, en cada triunfo se puede empezar a escribir la clasificación. Esta vez la maquinaria no es solo una ilusión roja, es una realidad que puede hacer historia.